Casi cada semana parece haber un nuevo vaporizador en el mercado. Aunque las flores secas de cannabis siguen siendo la compra más popular entre los pacientes de marihuana medicinal en California, de acuerdo al reporte estatal de Cannabis 2016 del servicio de entrega de marihuana Eaze, los vaporizadores están ganando terreno rápidamente.
Mientras que en el 2015, los cartuchos de vaporizadores solo comprendían el 6% de las ventas totales de Eaze, en solo un año se pudo ver un incremento del 400%, aumentando en un 24% las ventas entre sus 250,000 clientes en el 2016. Por otra parte, la flor de marihuana bajó del 75% del total de ventas al 54% dentro del mismo período de tiempo.
Mientras que más Estados deciden legalizar el uso de marihuana medicinal para adultos, el cannabis se está volviendo más accesible y gana más atractivo para un rango más amplio de personas. Para nuevos pacientes o usuarios principiantes que no pueden enrollar un porro, no quieren el desorden de moler marihuana, o prefieren no oler a marihuana, vapear ofrece una alternativa conveniente, discreta y ordenada.
Las personas que actualmente prueban cannabis son nuevas en el mercado; estos no son los “porreros” del pasado, menciona Jamie Feaster, miembro del equipo fundador y vicepresidente de mercadotecnia en Eaze. “Estas son personas curiosas acerca de formas de alivio alternativas: profesionales trabajadores, baby boomers, madres, y más. “
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El nuevo usuario no-tradicional de cannabis está llevando a las compañías a cambiar la retórica alrededor de estos productos. “Los vaporizadores a los que las personas responden son aquellos que se enfocan en los efectos”, comenta Feaster.
Y agrega: aunque para el consumidor tradicional, las palabras como “índica”, “sativa”, “híbrido, ” y los nombres de cepas significan algo, los nuevos consumidores quieren un nombre de producto que describa cómo se van a sentir. “La gente prefiere productos llamados “relajación”, “activo”, o “inspiración”. Estamos empezando a ver más en el mercado estos productos y marcas más alrededor de la experiencia y menos acerca de los ingredientes”
Sin embargo, mientras que una marca de producto se desvía más de lo que es la sustancia, los ingredientes de un vaporizador se vuelven más imprecisos para el usuario. Por ejemplo, entender que un vaporizador pre-llenado llamado “relajación” es de hecho una batería y cartucho cerámico, calentado a 400 grados para activar un concentrado de índica de California del Norte con un agregado de terpenos (moléculas aromáticas), ayuda al usuario a estar más informado acerca de lo que están introduciendo a su cuerpo.
Vapear puede ser conveniente, pero ¿cuál es el problema?: aunque algunos consumidores tienen una idea de lo que están vapeando, cuáles son los químicos que están mezclados en el aceite de cannabis, y qué materiales contiene el aparato físico. La cadena de producción del vaporizador es imprecisa, y la persona promedio tiene pocas probabilidades de verificar si lo que están inhalando es seguro para consumir.
La mayoría de las marcas de vaporizadores compran el aparato físico directo de China, o navegan un sitio de comercio como Alibaba y compran los cartuchos ahí, comenta Adam Lustig, CEO de Higher Vision Cannabis, que fabrica concentrados. “Prácticamente puedes teclear lo que sea y lo obtienes de una fábrica en China,”.
La compañía de Lustig vende concentrados por su cuenta, en vez de cartuchos pre-llenados. “Tengo un problema vendiendo algo que no hice, comenta, “hasta que encontremos alguno que realmente podremos respaldar.”
Él recomienda cartuchos con núcleo cerámico y hechos de acero inoxidable. “Busco el sabor – una espiral que transmita el sabor de nuestro aceite de la mejor manera. Eso es lo principal, “comenta Lustig. “En segundo lugar que sea fácil de usar, que sea conveniente, ya sea que gotee o no. Los goteos ocurren. Bajo ciertas circunstancias, en un carro caliente, en cierto ángulo, cualquier cosa gotea. También están los que son económicos, o se rompen fácilmente. “
“También es importante evitar el plástico o cable de baja calidad, ambos pueden ser peligrosos y poco sanos para el vaporizador”, comenta.
Muchas fábricas que surten cartuchos para vaporizador también trabajan en el mundo del cigarro electrónico, comenta Roger Volodarsky, CEO de Puffco, una compañía de vaporizadores de “rellene su propio producto.” Debido a que el líquido de los cigarros electrónicos es menos viscoso que el aceite de cannabis, los fabricantes utilizan agentes cortantes para adelgazar el concentrado y que pueda ser vapeado en algunos equipos. Desafortunadamente la mayoría de lo utilizado para adelgazar el aceite de cannabis no es particularmente saludable.
Algunos fabricantes utilizan polietilenglicol o PEG, los PEGs pueden estar contaminados con óxido de etileno, el cual la Agencia Internacional Para la Investigación de Cáncer, clasifica como cancerígeno. También puede dañar el sistema nervioso, y está clasificado como “tóxico para el desarrollo” por la Agencia para la Protección del Medio Ambiente de California. Otros fabricantes utilizan propilenglicol (PG), un solvente común encontrado en desodorantes en barra, desinfectantes de manos, humidificador de cigarros, y máquinas de humo. En reacciones adversas, un consumidor puede experimentar dolor de garganta, dolor muscular o un fuerte olor en la orina.
“En vez de utilizar propilenglicol, hubo un cambio para empezar a usar terpenos”, continuo Volodarsky. El mercado considera los terpenos más seguros que PEG o PG, ya que la misma cannabis está lleno de terpenos, comenta. “Pero el problema con los terpenos incluidos en los cartuchos es que pocas compañías los obtienen de la cannabis. El resto solo los están comprando en Amazon, como una solución de limpieza, como [solvente cítrico de terpeno] D-limonene.”
Cuando compra un vaporizador pre-llenado, siempre va tener algún tipo de aditivo, comenta Volodarsky. “La conveniencia es realmente liberadora. Puedes utilizarlo sin llenarlo o tocarlo, pero esto no viene sin compromiso.” Los vaporizadores carecen del espectro completo del efecto cannabinoide que obtiene cuando fuma la planta. Hacer un concentrado utilizando dióxido de carbono o solvente de butano, mientras que manipula un perfil de cannabinoide o terpeno, debilita la integridad del efecto natural de la marihuana – la relación sinergética que ocurre entre sus componentes químicos.
“Si está comprando un vaporizador pre-llenado, asegúrese de que la información del cannabis que se encuentra dentro está listada en el empaque exterior”, comenta Volodarsky. Los consumidores deben saber los procesos utilizados para hacer los concentrados y que ha sido probado para pesticidas. “Quiero un pre-llenado que solo viene de la planta de cannabis; no hay muchas opciones en el mercado que hagan eso”, comenta. “Es por eso que relleno mi propio vaporizador.” Rellenar el suyo es una manera de asegurarse que no hay aditivos en el cartucho del vaporizador.
“No hay regulación para los cartuchos de vaporizador actuales. Tiene plástico y otra cosas aparte del hachís que contienen. Los mismos cartuchos pueden ser peligrosos, ” comenta Doug Hitman, propietario y fundador del Festival Chalice, Festival Happy Place, y Hitman Glass. En el último Festival Happy Place, un festival de arte y cannabis fuera de Los Ángeles, Hitman comenta que el 80% de los vaporizadores probados por pesticidas fallaron. “La razón es que cuando haces un vaporizador, utilizas un aceite de hachís de baja calidad. Tomas lo más barato y lo pones en los vaporizadores, porque existe una idea errónea de que los vaporizadores limpian el material malo. “El comenta que aquello que es llamado “aceite crudo”, es cargado frecuentemente por compañías de vaporizadores, y se compra en el rango de los $3 a los $8 por gramo en California. “Es el tipo de cosa que la gente no vendería como aceite de hachís solo,” comenta Hitman.
En una reciente investigación del aceite de cannabis, se probaron 44 productos para 16 diferentes pesticidas en los Laboratorios Steep Hill en Berkeley, California. Los laboratorios encontraron que 41 de los 44 productos (o el 93 por ciento de ellos) resultaron positivos para pesticidas con cantidades lo suficientemente altas para que ciertos Estados que regulan pesticidas en los productos de cannabis los prohibieran. “No hay niveles reprobatorios en California debido a que no hay regulaciones, ” explica Reggie Gaudino, vice presidente de operaciones científicas y director de propiedad intelectual en Steep Hill. Solo la ciudad de Berkely tiene un límite en el total de pesticidas a 100 partes por billón – mucho más estricto que las regulaciones estatales en Oregón o Colorado, que tiene límite de varios cientos de partes por billón en pesticidas individuales aplicados a cannabis.
En el proceso de fabricación, los pesticidas también se pueden concentrar en índices mayores que los cannabinoides: por ejemplo, un cannabinoide como THC puede concentrarse hasta cuatro veces, pero un pesticida puede concentrarse veinte veces. Si se utiliza el compacto, potente y discreto THC existe el riesgo de inhalar menos químicos. “La industria entera tiene que buscar el estándar correcto para construir y empezar a dejar de pensar en sí mismos como: “Somos los clandestinos, todo está bien, podemos crecer marihuana en el sótano y venderla, ” dice Gaudino. “Si deseas que la cannabis sea legítima y medicinal, tienes que empezar a pensar como las compañías farmacéuticas y crecer tu propio suministro médico de acuerdo al uso médico. “Eso significa no empapar la marihuana en químicos tóxicos que pueden hacer que los pacientes enfermos se sientan peor.
“No hay mucha transparencia en los procesos de los vaporizadores ahora,” comenta Aaron Justis, CEO del dispensario en LA Buds & Roses. Pero conforme la industria evolucione – él menciona- la gente empezará a solicitar productos de mejor calidad. Y con más competencia, aquellos que no sean transparentes con sus procesos, o que venden productos baratos, pueden ser eliminados del mercado. La regulación que planea salir en el 2018 en California puede también dar la oportunidad a los legisladores de responsabilizar a las compañías de vaporizadores por la calidad y seguridad en sus productos.
“Cambiará en el futuro, una vez que sean probados en laboratorio y regulados. Yo diría que mientras más puro el aceite, mejor, ” comenta Justis. “Es lo que la gente quiere ahora. Los vaporizadores son una parte creciente de la industria; están aquí para quedarse.”
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